CAPÍTULO 16
Harry se despertó y se apartó el edredón de encima, estaba en
calzoncillos, empezó a vestirse perezosamente, bufó, realmente iba a ir hoy a
la universidad solamente por una razón, y esa razón era una chica rubia de ojos
azules, sino, se iba él a levantar a estas horas de la madrugada, sí.
-Harry, mi amor, el desayuno está listo, date prisa –dijo la voz dulce
de su madre.
-Vale mama, dame diez minutos.
Se vistió lo más rápido que pudo, unos pitillos negros, una camiseta
blanca y la chaqueta del equipo. Se miró al espejo y se sacudió los rizos, y
luego sonrió, LISTO. Bajó las escaleras encontrándose con su hermana que salía
del salón, frunció el ceño, ropa ligera.
-No creo que a Malik le guste tu look hermanita.
-Ya… tampoco creo que a Alba le guste tu chaqueta, y yo no digo nada.
–dijo sonriendo. –Hermanito.
-Eres mala.
-Me amas –dijo dándole un beso en la mejilla.
-Lo hago.
-Pues eso.
-¡CHICOS EL DESAYUNO! –dijo su madre desde la cocina.
-Vamos antes de que empiece a echar fuego por las orejas –dijo Harry.
-Las señoritas primero –agregó ella burlonamente.
-Gilipollas –dijo mirándola.
-Marica.
-¡No digáis palabrotas! –dijo su padre.
-Empezó ella.
-Aaah… pero, pero ¡serás trolero!
-Silencio y a comer –dijo su madre, María no obedeció –María, come.
-Vale…
Afuera se oyó un frenazo y unos gritos de chicos riéndose. La madre de
María sonrió y la puerta trasera de los Styles se abrió.
-¡Buenos días familia! -grito Louis abriendo los brazos, Annie rio y
Harry choco su mano.
-¿Qué pasa tío? –dijo Niall entrando. –Buenos días.
Detrás justo detrás, entro un Liam sonriente, que rápidamente, le choco
la mano a Harry en forma de saludo y beso la mejilla de Annie y por ultimo de
María.
Zayn entro con sus típicos andares y frunció el ceño al ver el gesto de
Liam.
-Buenas tío –dijo distraído mientras veía como María y Liam hablaban, se
acercó a ellos.
-Perdón, paso, paso –dijo apartando a Liam y sentándose encima de María.
-Celoso de mierda –dijo ella, el moreno se enfurruño.
-Eres mi chica –dijo él.
-No sabía que me habías hecho un proposición o algo.
-Así que es eso… -dijo el riendo.
-Mmm… puede.
-Bueno, ahora no lo voy a hacer, lo hare en otro momento.
-Vale, vale, pues, no-novio, quítate, porque yo estaba hablando con
Liam, el NOVIO de una de mis mejores amigas –dijo María cabreada.
-Ohhh… vamos, te mosqueas…
-Yo… no, a lo mejor coqueteo con Josh hoy y todo, me lo puedo trincar en
los baños, o encima de tu mesa ¿Qué te parece? –dijo ella sonriendo con
malicia.
-¿Qué me parece? Que como se acerque a ti, será hombre muerto… porque,
tu. Eres. MIA.
-Tuya y solo tuya Malik –dijo ella riendo, acerco la cara a la de Zayn,
pero para disgusto de este le hizo la cobra.
-Serás…
-¿Preciosa? Lo se…
- Vanidosa –contestó él, María le sonrió y le dio un beso.
- ¡Venga tíos! –Niall se levantó agarrando una magdalena –que vamos a
llegar tarde.
- Ya, ya… ¿tarde de qué? Si quedan quince minutos para entrar –contestó
Harry –quieres ver a la señorita Raquel paso de tu culo Horan –Niall le fulminó
con la mirada a lo que el resto se echó a reír –venga vámonos, no sea que
Nialler reviente.
- Si, que te reviente a tortas –le contestó el otro. Se llevaron el
coche de Harry a parte de el de Louis, porque sino no entraban todos, aparcaron
enfrente de la universidad y vieron a las otras cuatro chicas en la entrada,
María las saludó con la mano saliendo del coche y Harry le guiñó un ojo a Alba,
ésta le sonrió y decidió ir a saludarle como dios manda, iba medio dando saltos
imaginando que estaba en un prado de flores silvestres saltando hacia Harry con
un vestido blanco, igual que pasaba en las pelis.
- ¡ALBA! – ¿Qué hacía Andrea en su mundo?
- ¡CUIDADO! –Harry le gritó con una mueca de horror en la cara desde el
otro extremo del prado, fue lo último que alcanzó a ver, después oyó un chirrido
y el prado, las flores, el vestido y Harry desaparecieron, su mundo se volvió
completa y absolutamente negro.
“En la puerta de la universidad…
No paraban quietas, incluso Raquel estaba algo inquieta aunque no
quisiera hacerlo notar, hacía varios días que no veían a los demás, después del
juicio de María había llegado el fin de semana. Vieron los dos coches entrar y
aparcar en la otra acera contraria a la de la puerta. María las dirigió un
saludo agitando la mano sonriente, también tenía muchas ganas de verlas, Alba
fue directa a saludar a Harry, fue a cruzar la cara, pero no vio como un coche
rojo, demasiado rápido se dirigía hacia ella. Andrea que miraba a Liam sí que
lo vio, intentó advertirla.
- ¡ALBA! –pero ella ni se inmutó, Harry desde la otra acera sí que se
dio cuenta y consiguió dar dos zancadas hacia ella, ya era tarde.
- ¡CUIDADO! –se escuchó el frenazo.
¡PUM! Quedó clavada de espaldas en el cristal delantero del coche, todos
corrieron hacia el sitio, Harry quiso moverla pero su hermana le metió un
empujón.
- ¡NO LA MUEVAS! –le gritó con lágrimas en los ojos. Se miraron un
momento ¿cómo había ocurrido esto? ¿Cuánto había pasado? ¿Un segundo? ¿Dos?
Raquel reaccionó, sacó su móvil mientras sus lágrimas echaban una carrera por
sus mejillas.
- ¡Una ambulancia! –Dijo con la voz rota –a la universidad, por favor
¡rápido! –colgó.
- Pero… pero… -Andrea no había parpadeado en todo el rato -¿co co cómo?
Harry agarró su mano, esto no podía estar pasando, hace menos de un
minuto se dirigía hacia él ¡joder! ¿Por qué tuvo que aparcar en la acera de
enfrente? ¿Por qué?
- Alba –acarició su cara una fina línea roja le salí de lo alto de la
frente –rubia por favor… -no se movió, el resto ocurrió muy rápido, parecía que
todos se movían menos ellos dos. La ambulancia llegó abriéndose paso entre un
corro de estudiantes, miraron los ojos de alba con una pequeña linterna y la
transportaron a una camilla, Harry no dejó de mirarla, no soltó su mano,
entraron ambos en la ambulancia.
- ¡Que nos dejéis pasar! –le gritaron las cinco chicas al enfermero.
- Solo puede entrar una persona –cerró la puerta y la ambulancia se puso
en marcha.
- ¿Pe pero? –Balbuceó Andrea -¿cómo vamos hasta allí? –Louis tenía coche
pero Harry se había ido, Louis no podía llevarlos a todos y Raquel no estaba en
condiciones de conducir, Niall se acercó a ella con los ojos rojos.
- Vamos –agarró su mano y respiró hondo intentando pensar –Eleanor,
Louis, Zayn y María, vosotros con Louis –fue el único que puso orden –Liam,
Andrea, Raquel y yo vamos en su coche –dijo señalando a Raquel con la cabeza,
ésta negó con la cabeza, no podía conducir, no veía con las lágrimas, Niall
suspiró y agarró su cara con ambas manos –tenemos que llegar al hospital, Louis
no puede llevarnos a todos, respira hondo y cálmate –negó con la cabeza -¿no
quieres ir a ver cómo está Alba? –le miró, claro que quería.
- Vale –respiró hondo soltando varios hipidos a causa del llanto.
- Estoy contigo –le dijo él, se dirigieron a los coches y se pusieron en
marcha.
Llegaron al hospital, fueron rápidamente al mostrador, Alba estaba en la
UCI, se dirigieron allí escopeteados, no podían entrar, ni siquiera había
entrado Harry, que estaba sentado en una silla con las manos en la cara apoyado
en los codos, su espalda iba arriba y abajo porque estaba llorando, María
corrió hacia él y le abrazó sentándose a su lado, por el camino había
conseguido calmarse pero al ver a su hermano así las lágrimas acudieron
instantáneamente a sus ojos, Zayn se colocó a su lado y le pasó un brazo por
los hombros refugiando la cara en su cuello. Andrea abrazaba a Liam y Els a
Louis. < ¿Qué coño les pasa?> pensó Raquel cabreada mirando a todos
lados, bufó y se plantó en frente de Harry.
- ¿Dónde cojones está? –Él no contestó, con lo que a otra le zarandeó de
los hombros -¿¡Harry qué te han dicho!? –le gritó.
- ¡No me grites! –le contestó él subiendo el tono.
- ¡Pues contéstame! –ambos estaban muy nerviosos.
- ¡ESTÁ EN LA UCI! ¿QUÉ PASA QUE NO LO VES CEGATA?
- ¡SI LO VEO IMBÉCIL! ¡¿PERO TE HABRÁN DICHO QUÉ LA PASA?!
- ¡PUES SE HA ESTAMPADO CON UN PUTO COCHE! –estaban a escasos
centímetros ambos gritándose, Liam se puso entre medias.
- ¿Os queréis calmar? –les dijo a ambos serio.
- ¿¡Qué me calme!? –le gritó Harry, éste le puso una mano en el hombro.
- Respira Hazza –le dijo, instantáneamente Harry le hizo caso respiró
hondo, pero miró a Raquel con odio, ésta se dio por aludida, se dio la vuelta y
se sentó en la otra punta de la sala –no tiene la culpa.
- Ya, ya lo sé Liam –le contestó Harry –solo sé que tenemos que esperar,
no, no –tartamudeó con los ojos rojos –no me han dicho más –se le fue apagando
la voz por momentos y Liam le abrazó.
Llevaban una hora esperando, la familia de Alba estaba allí sentada
absolutamente en silencio, Louis y Eleanor se habían ido a por algo de comida,
había salido un médico pero había pasado completamente de ellos y mira que
habían sido insistentes, les había faltado secuestrarle y torturarle para que
hablara, pero nada, solo decía “tenéis que esperar, tenéis que esperar”.
- Estoy harta de esperar –dijo María, en frente suyo sentados en el
suelo estaban Liam y Andrea sin dejar un milímetro entre ellos, Zayn con la
mano en la rodilla de María y al otro lado Harry, Niall se había ido con Raquel
a la otra punta de la sala.
- No podemos hacer nada –contestó Zayn.
- Sí que podemos –le contradijo Andrea –tenemos que enviarle nuestras
fuerzas, venga –los cinco la miraron con cara de “necesita ser encerrada en un
manicomio” –no me miréis así, hay que mandarle buenas energías, tenemos que
pensar que se va a poner bien –seguían mirándola igual -¡joder que funciona!
–Miró a Liam que asintió -¡no me obliguéis a obligaros! –les amenazó y al final
todos aceptaron.
- ¿Están rezando? –preguntó Raquel a Niall abriendo la boca por primera
vez desde que se había sentado –bah, me da igual.
- Raquel…
- Déjame.
- Sabes que te has pasado –miró hacia otro lado –él también –empezó a
llorar por enésima vez.
- ¿Por qué no te vas con ellos? –preguntó sin mirarle.
- Tú estás sola, ellos no –esa no era la respuesta que esperaba –no
quería que estuvieras sola.
- Gracias –dijo a regañadientes.
- ¿Qué has dicho? ¿No te oigo? –la picó con una sonrisa.
- No te lo pienso repetir… -contestó ella agarrando el final de las
mangas de su jersey, contuvo una pequeña sonrisa pero volvió a su tristeza casi
al instante, Niall le pasó un brazo dudoso por los hombros y Raquel le fulminó
con la mirada pero no se apartó.
- Tranquila, prometo que no diré a nadie que me dejas que te toque
–susurró como si fuera un secreto.
- Tampoco les digas esto –pasó sus brazos por la cintura del rubio y
refugió su cara en el pecho de él, Niall le devolvió el abrazo y dejo que se
calmara, la verdad es que se sentía muy bien tenerla entre sus brazos.
Salió el médico y todos se levantaron.
- La hemos subido a planta –dijo, todos subieron a la tercera planta,
entró su familia.
- Nosotras somos como sus hermanas –se quejó Eleanor.
- Me parece que no es lo mismo Els –le contestó Louis dándola un beso en
el pelo. Al rato salió la familia pero el médico no dejó que nadie más entrara.
- ¡Por favor! –le suplicó Harry.
- Si, déjanos –se quejaron los demás.
- Uno, pasa uno más –Harry miró a las otras cuatro chicas.
- Pasa Styles –dijo Andrea en nombre de todas. Abrió la puerta
rápidamente, pero al notar todo ese silencio cerró con cuidado, se oyó un
pitido, era la máquina que controlaba su ritmo cardiaco y la respiración,
acercó una silla al lado de la cama, vio la vía que tenía clavada en la mano,
cuando se despertase iba a darle algo, con lo poco que Alba aguantaba las
agujas, Harry agarró su otra mano, miró esperanzadamente su cara, pero no movió
un solo músculo, decepcionado se llevó la mano a los labios y le dio un suave
beso.
Se mordió el labio mirando su cara, llena de rasguños y heridas debido a
los cristales del coche. Pero sobre todo lo que más le preocupaba era la gran
herida de la cabeza que estaba cubierta por unas cuantas gasas.
- Alba... joder -dijo él, miró hacia el lado, y suspiró -Recupérate,
tienes que despertar, tienes que, estar conmigo, yo no puedo estar sin...
hacerlo contigo mucho tiempo, me tienes muy mimado... –La máquina pito de una
manera discontinua, Harry frunció el ceño, ¿qué pasaba ahora?
- Señor, tiene que salir -dijo la enfermera mirándolo.
- Se recuperará ¿verdad?
- Es joven y estoy segura de que si... lo hará, pero tiene que tener
paciencia, despertará cuando esté preparada para ello, no está en coma, pero el
golpe en la cabeza ha sido muy grande –contestó.
- Dios... mío –dijo mirándola, se acercó a su cara, le beso la frente,
las dos mejillas, la barbilla, el cuello y por último los labios –Lo siento
Alba... mucho.
-¿Es su novia? -dijo la enfermera, el rio.
- Más o menos, se podría decir que es mí, amiga... especial.
- ¿La quiere, verdad?
- Si fuera solo quererla... pero ella, es tan cabezota... -dijo riendo.
- Pues... le tengo que decir que es preciosa... muy guapa -dijo ella
riendo, el asintió.
- Dígamelo a mí -dijo saliendo de la habitación, vio a todas las chicas
afuera.
- ¿¡COMO ESTÁ!? -dijeron todas a la vez.
-No está en coma, la enfermera, me ha dicho que se despertará cuando esté
preparada para ello.
- Entonces... pronto tendremos a nuestra Alba –dijo Andrea riendo.
- No lo sé Andre, me han dicho que el golpe es muy grande.
- Joder -dijo María, Zayn que estaba al lado apoyó su mano en el muslo
de esta.
- Esa mano Malik -dijo Harry, María rodo los ojos.
- Vamos... Harry -dijo Zayn. -He tocado lados peores de su cuerpo y más
privados, ¿a qué si? Princesa.
- ¡ZAYN JAWAAD MALIK! -dijo María en alto.
- Dime princesa -dijo el susodicho inocentemente.
- No... Es MI princesa -dijo Harry mirando a Zayn.
- CELOSO.
- No, PROTECTOR -dijo Harry.
- Pues ahora es mi princesa, MIA -dijo Zayn sonriendo.
“Al cabo de unos días…
- Si, pero también mandó los de la página 79 ¿no? –Estaba Raquel hablando con un
compañero de clase, cuando éste se quedó mudo un instante -¿qué? Tierra
llamando a Fran.
- Eh… eh… -el chico no la miraba a ella miraba lo que había a sus
espaldas –sí, adiós –se dio media vuelta y salió por patas.
- ¿Pero qué…? –Se giró para ver a Niall impasible con una mano apoyada
en la pared y la otra en la cintura –oh, acabas de espantar al que me iba a
pasar las prácticas –le dijo ella cabreada.
- Pues que te las pase otra.
- Pues que te de mucho por culo otro –le contestó.
- Ese no solo quería pasarte prácticas, también quería intercambiar
otras cosas.
- ¿Y a ti qué te importa lo que yo intercambie con quién sea? –le espetó
ella.
- Ah, así que ahora haces “favores” –dijo marcando las comillas con los
dedos –a cambio de trabajos.
- Si, lástima que no estés en mi grado –le contestó ella con una sonrisa
sarcástica, Niall tuvo que parpadear varias veces para volver a la tierra.
- ¿Te gusta provocarme? –ella le sonrió –a lo mejor deberías probar de
tu propia medicina.
- Lástima que tú no puedas administrármela –Niall la fulminó con la
mirada, ambos echaban chispas de odio, aunque también rebosaba tensión sexual
por todas partes.
- Bueno adiós, y no vuelvas a ponerte chulo delante de mis pasadores de
prácticas ¿está claro? –le amenazó con un dedo
- Cristalino –agarró su muñeca y dio un tirón acercándola a su cuerpo
–siempre y cuando tú no vuelvas a hablar con ellos –Raquel le sonrió y se
acercó a su cara.
- Las ganas que tienes –le susurró agrandando los ojos.
- Tengo ganas de otra cosa –bajó la vista a sus labios y sonrió de medio
lado, Raquel abrió mucho los ojos y tragó, intentando respirar con normalidad.
- Suéltame –volvió a fijar la vista en sus ojos y negó con la cabeza
sonriente.
- Esta vez no –agarró su nuca a la vez que ella intentaba apartarse y
estampó los labios contra los suyos, Raquel soltó un grito ahogado por su beso
y un escalofrío recorrió su columna, la otra mano de Niall pasó a apretar la
espalda de ella contra su cuerpo, mientras sus labios se movían suaves, fue un
segundo, un instante en el que Rach se relajó y disfrutó del beso, Niall tiró
de su labio inferior y se separó con la respiración agitada, ella abrió los
ojos y clavó su mirada en el azul de Niall, el cual sonreía de lado, otra vez.
- ¡Eres gilipollas! –Le gritó -¿con qué puto derecho te crees tú para
besarme? –le dio un empujón, en parte para poder recuperar algo de su espacio
vital.
- ¡Te ha gustado, orgullosa!
- ¡JÁ! ¡En la vida ¿te queda claro?! ¡En! ¡La! ¡Vida! No me gustas, ni
tú ni tus… tus… ¡estúpidos labios!
- ¡Admítelo de una vez! Yo lo admito, me pones.
- ¡Oh, acabas de matar al romanticismo!
- ¿Me quieres romántico? Estupendo, pues tú me… -ella se tapó los oídos.
- Lalalalalala.
- ¡No seas cría!
- Ni me pones, ni me gustas, ni me nada, solo te repelo –le contestó
dándose la vuelta para huir.
- Mientes y lo sabes – se puso enfrente suya –no pienso volver a estar
detrás de ti, la próxima vez serás tú la que vengas a mí –pasó rozándola el
hombro.
- Juro por Dios que le mato, un día cojo y le mato –se dijo así misma
cuando él ya estaba lejos <si, a polvos> pensó su subconsciente, ella dio
un brinco y bufó, cogió el bolso del suelo y fue hacia el coche, iba a saltarse
la última clase, no podía entrar ahí con ese cabreo <o ese calentón> vale,
decidido, iría al psicólogo a mirarse lo de las voces. Iba de camino al
hospital pensando todo el rato en lo mismo, el beso que Niall le había dado, o
que más bien, le había robado, todavía lo sentía en su labios, ¿pero cómo
alguien tan inocente podía besar tan bien? Su comportamiento había sido brusco,
pero sus labios suaves… miró el retrovisor y se vio a si misma mordiéndose el
labio inferior ¡no, no, no, no, no! Abrió la boca para liberar el labio <no
te puede gustar Niall, no puede> pensó, pero como no le iba a gustar… si
estaba todo el rato provocándola, mirándola con esos preciosos ojos azules y
encima era rubio, ru-bio ¿y quién sentía debilidad por los rubios? Ella,
suspiró, todo eran problemas y el mayor problema es que se moría de ganas por
besarle otra vez –mierda me gusta –dijo aparcando, apoyó la frente en el
volante, bueno pues para que le dejara de gastar solo tenía que evitarle –pero
no quiero evitarle… -apretó los dientes –vale, le evito –sacó las llaves del
contacto y subió a la habitación de Alba, que no se había movido del sitio
–hola rubia –le saludó acercando una silla a su lado –Alba, despierta de una
vez, necesito que me ayudes –apoyó el codo en el colchón y suspiró –el tonto de
tu novio te echa de menos… ya sé que no te gusta lo de “novio”, pero lo es, así
que acostúmbrate… -miró la cara de la chica rubia, que no había movido un
músculo –dicen que si hablas a la gente que está en coma, se despierta antes…
-agarró su mano y escuchó varias veces el pitido de la máquina que controlaba sus
constantes –enserio ¿no te pone enferma ese sonido? –sacó su móvil –voy a
ponerte música que te guste –empezó a sonar “All too well” de Taylor Swift –es
Tay Alba… -la letra inundó la habitación, las dos se limitaron a escuchar y al
rato cambió la canción a la de “Battelfield” de Jordin Sparks –vaya gracias
aleatorio del móvil… así que un día es amor y otro es como una batalla –dijo
pensando en la letra –seguro que en el sitio en el que estés te estás riendo de
mi rubia, por lo bien que me pega esta canción en mi situación con el tonto de
Niall –la puerta se abrió y Raquel se giró para mirar quien era, apareció Harry
que se quedó parado en la puerta –genial… un día perfecto –dijo por lo bajini
–tu novio ha venido Albi.
- ¿No tendrías que estar en clase?
- Um… sí, creo que igual que tú ¿no? –le contestó ella mirándole mal.
Harry cogió otra silla y la puso al lado de la de Raquel.
- ¿Ha dicho algo?
- Si, que la dejemos dormir un ratito más.
- Déjate de sarcasmos ¿vale? Esto es serio –ella no le contestó y Harry
la miró sin creérselo.
- ¿Qué?
- Es raro que no me hayas contestado con tu mordaz sarcasmo –dijo
intentando pincharla.
- No tengo ganas de discutir.
- Eso es todavía más raro –no contestó -¿estás bien?
- No te importa, déjame –Harry puso los ojos en blanco y dejó de
intentarlo.
- Sabes… me he encontrado a Niall cuando salía de la uni –Raquel contuvo
la respiración.
- Teniendo en cuenta que vais a la misma universidad, no es algo nuevo.
- Lo siento ¿vale? No debería haberte hablado así, pero joder tampoco es
que tú fueses la personificación de la ternura –ella no contestó y Harry
suspiró –vale, déjalo.
- Em… -se mordió el labio nerviosa, nunca le había gustado disculparse
–yo también lo –levantó la vista a Harry que la miraba expectante –bueno que
los dos la hemos cagado –éste se rio.
- ¿No sabes decir lo siento? –le preguntó pinchándola.
- ¿No sabes aceptar una disculpa?
- ¿Eso era una disculpa? –Raquel bufó y miró hacia Alba –la acepto –dijo
finalmente.
- Con todo lo que me debes, no deberías exigirme que te pidiese perdón.
- ¿Qué yo te debo qué? –preguntó ofendido.
- ¿Te crees que mi rubia se habría fijado en ti sino fuese por mí?
- Primero –levantó el dedo –MI rubia –Raquel no pudo evitar sonreír y
mirar a Alba esperando que eso la despertara –segundo, yo la tenía conquistada
de antes, lo que pasa que es una cabezota –esta vez fue Harry quien la miró con
una sonrisa tierna en la cara.
- A lo mejor si la doy una torta, se despierta –se le ocurrió a la mente
privilegiada de Raquel.
- Tu prueba a darle un bofetón, que te llevas tú cuatro a cambio
–contestó el otro cortante, haciendo reír a Raquel.
- Vale, vale –dijo ella levantado las manos y poniendo paz –yo solo
quería ayudar –Harry la fulminó con la mirada pero al final sonrió.